MERMELADA DE NARANJA CON SIROPE DE ÁGAVE

Ingredientes para un kilo de mermelada:

Un kilo y cuarto de naranjas.
Quinientos mililitros de sirope de ágabe.
Doce láminas de gelatina neutra.
Una punta de cucharilla de canela.
Sal.

Preparación:

Lo primero es poner las hojas de gelatina en agua fría.
Después de lavar las naranjas, se pelan eliminando lo más posible la parte blanca. Se parten en trozos grandes y se echan en la cazuela que se vaya a emplear. De las pieles se sacan una pocas virutitas superficiales y se añade a la naranja para darle un poquito de su amargor característico. Se pone a fuego moderado y se mantiene durante un cuarto de hora dando vueltas hasta que la naranja se deshaga. Después se añade el sirope y la canela y la sal y se deja que todo se haga suavemente  durante otros tres cuartos de hora. Finalmente se baja el fuego y se añaden las láminas de gelatina removiendo hasta su total incorporación sin dejar que hierva.

Se vierte la mermelada en tarros que se han hervido junto con sus tapas y se cierra en caliente. Hay que procurar llenar los tarros hasta arriba para que al enfriar se haga el vacío y no haya lugar a ningún germen extraño.

Comentarios:

El sirope de ágabe (ágabe salmiana) es un endulzante muy potente que sustituye con éxito al azúcar refinado para aquellas personas a las que les encanta la mermelada y les han eliminado el azúcar de la dieta.  Este néctar tiene un alto contenido de fructosa y un bajo índice glícémico.

Sin embargo las personas con intolerancia severa al azúcar, deben consultar con su médico antes de lanzarse.

En todo caso no se debe de abusar, aunque. Si bien esta mermelada es trabajosa sale tan buena que merece la pena y dura muchísimo. Aunque también se puede hacer con un aparato de inducción tipo Termomix con lo que el trabajo es mínimo.


2 comentarios:

Ana dijo...

Mmmm, ¿y una de frambuesa? ¿para cuando?

Blanca dijo...

La crema de brécol, ya lo comenté, aunque en el sitio equivocado, hay que probarla, buenísima. Además, aprovechas los tallos; antes acababan en la basura del modo más antiecológico.
Y sí, eso, ¿que pasa con las fresas y framabuesas en mermelada?