Conejo estofado

Queridos amigos aficionados a comer bien y barato:

Hoy toca conejo.
Últimamente esta carne ha aparecido en todos los mercados de forma abundante, muy bien preparada y barata.
Todo son ventajas en esta carne, ya que además de lo dicho antes, no tiene grasa y es baja en colesterol, así que preparada con un poco de gracia resulta un plato muy rico.
La receta que os presento aquí, es un estofado tradicional con muy buen resultado.
Espero que os guste.
Un beso para todos

Begoña







ESTOFADO DE CONEJO.



Ingredientes para cuatro personas:

Un conejo de un kilo y medio.
Un tomate maduro (cien gramos).
Cien gramos de cebolla:
Cien gramos de zanahoria.
Un diente de ajo.
Doscientos cincuenta mililitros de vino de Jerez seco.
Una ramita de cilantro fresco.
Media cucharadita de romero.
Media cucharadita de tomillo.
Media cucharadita de estragón.
Una pastillita de chocolate negro.
Pimienta blanca molida.
Aceite de oliva y sal.


Preparación:

Se sazonan los trozos de conejo con sal y pimienta.
Se pela y trocea la zanahoria la cebolla y el ajo. Se hace lo mismo con el tomate después de escaldarlo con agua caliente. Toda esta verdura se pone a rehogar en una cazuela con seis cucharadas de aceite y se deja hasta que adquiera un color tostado sin llegar a quemarse. En ese momento se añaden los trozos de conejo, el chocolate y las hierbas, se mantiene durante un minuto y cuando la carne haya adquirido un ligero color amarillo dorado se incorpora el vino y se cubre todo con agua. Se deja reducir a fuego moderado por cuarenta y cinco minutos aproximadamente y en el momento en que la carne se pueda separar de los huesos con facilidad se retira el conejo. Finalmente se deja que la salsa termine de reducir, se sazona con sal y se tritura con pasapurés o batidora. Se vuelven a incorporar los trozos de conejo y se deja reposar hasta el día siguiente si es posible.


Hojaldre con gambas y espionacas

Queridos amigos que teneis la opaciencia de leer mi blog:

Estamos en abril y todavía no me he decidido a poner alguna receta con las verduras de temporada, que ya aparecen en los mercados. Hoy me voy por otros derroteros porque me he encontrado en el congelador una plancha de hojaldre y me he dicho "Vamos a hacer un relleno de algo como espinacas, tan ricas y para animar, pues unas colas de gambas". Todo muy facil de comprar y lo mas importante a precio asequible.Ya se que sería mejor que el hojaldre fuera recién hecho y las gambas

frescas, pero tampoco hay que llegar a tanto para conseguir un entrante que a todo el mundo le va a encantar y mas si se acompaña de un agradable vino bl

Pues sin mas, vamos a ello.







PASTEL DE HOJALDRE CON GAMBAS Y ESPINACAS



Ingredientes para cuatro personas:

Una plancha de hojaldre cuadrada de treinta centímetros de lado.
Cien gramos de espinacas frescas.
Cien gramos de colas de gambas peladas.
Un diente de ajo.
Cien gramos de harina.
Cien gramos de mantequilla.
Doscientos cincuenta mililitros de leche.
Una pizca de nuez moscada.
Una cucharadita de eneldo.
Una cucharadita de cilantro.
Una pizca de pimienta blanca.
Aceite de oliva y sal.


Preparación:

Después de bien lavadas y escurridas se pican las espinacas. Igualmente se pica el ajo. Ambos ingredientes se ponen a rehogar, a fuego moderado en una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva. Cuando las espinacas hayan reducido, deben incorporarse las gambas así como el eneldo y el cilantro.
En cuanto el marisco pierda su transparencia hay que apagar el fuego y pasar toda la mezcla a una fuente.
En la misma sartén se echa la mantequilla con la pimienta y la nuez moscada y, a fuego lento, se deja derretir, momento en el que se echa la harina dando vueltas vigorosamente hasta conseguir un roux sin un solo grumo. Acto seguido se va añadiendo la leche sin dejar de remover durante cuatro o cinco minutos, para después, cuando el punto de espesor sea el adecuado, incorporar el rehogado de espinacas y gambas. Se mezcla todo bien, corrige de sal y se apaga el fuego.
En una bandeja de horno con papel especial se coloca la plancha de hojaldre y en la mitad se va extendiendo el preparado anterior. Después se dobla la masa sobre el como si fuera un paquete y se unta con mantequilla derretida por medio de una brocha. Finalmente se mete en el horno precalentado a doscientos grados durante veinte minutos.




 





Queridos amigos:
Gracias a todos los que habeis tenido la amabilidad de visitar  este blog. Para mí es muy grato pensar que, después de tanto tiempo guisando para familia y amigos, mi pequeña experiencia sea de utilidad para otras personas a las que tambien considero amigos.
Estamos saliendo del invierno, así que antes de empezar con los productos que nos traerá la primavera, he optado por un plato sencillo y económico que, si se prepara con mimo y atención, resulta muy rico y muy bien aceptado por todos. Me refiero a las albóndigas: tan humildes, tan ricas.
He procurado enriquecer el sabor con especias y hierbas aromáticas.
Haciendo una cantidad superior a la necesaria se puede congelar una parte y así queda resuelta la comida de otro día en el que, tal vez no haya demasiado tiempo.
Ahí va la receta.

Un beso a todos.

Begoña Igelmo



ALBÓNDIGAS  DE TERNERA



Ingredientes para cuatro personas:

Medio kilo de picadillo de ternera.
Dos huevos.
Un diente de ajo.
Una cucharadita de cilantro picado.
Una cucharadita de estragón.
Una punta de cucharilla de cúrcuma.
Una punta de cucharilla de curry en polvo.
Una punta de cucharilla de pimienta.
Una tacita de harina.
Aceite de oliva y sal.

Ingredientes para la salsa:

Ciento cincuenta gramos de cebolla.
Ciento cincuenta gramos de tomate crudo.
Ciento cincuenta gramos de pimiento rojo.
Veinte gramos de apio.
Una hoja de laurel.
Una cucharada de menta picada.
Una cucharadita de azúcar moreno.
Un vasito de vino blanco.
Aceite de oliva y sal.


Preparación:

En una fuente honda se pone la carne y se le añaden los huevos, el ajito picado, El cilantro , el estragón, el curry y la pimienta. Se amasa bien y se le pone la sal adecuada. A continuación se hacen pelotitas como de ping pong que se pasan por harina y se van colocando con cuidado en una fuente.
Por otra parte se pica la cebolla, el pimiento, el tomate (al que se le ha quitado la piel y el centro duro) y el apio. En una sartén con seis cucharadas de aceite se pone a freír la cebolla. Unos segundos después el pimiento y el apio y por fin el tomate. Se deja sofreír todo y se añade el azúcar el laurel y el vino blanco. Se deja a fuego suave hasta que reduzca. Entonces se le pone la sal y se retira el laurel. Se incorpora la menta y se pasa por un pasapurés.
En una cazuela honda se ponen cuatro cucharadas de aceite y se calienta a fuego moderado. Se ponen las albóndigas y se les va dando la vuelta cuidadosamente para que no se rompan. Cuando estén doradas se les añade la salsa y un poco de agua y se deja que se hagan suavemente sin dejar de mover la cazuela para que no se peguen durante unos veinte minutos. Se apaga el fuego y se dejan reposar tapadas. Se pueden guardar en el frigorífico y servirlas al día siguiente, solas o con una ensalada.

Pequeña indicación:

El picadillo puede ser de cerdo o de ave. Depende de gustos y dietas.


Albóndigas de carne









Queridos amigos:

Hoy he ido al bar de una amiga y le he pedido un pintxo de ensaladilla para picar. Estaba muy bién y recién hecha. Pero le fataba ese toque de gracia que marca la diferencia entre lo que se come con agrado y lo que es un placer.
Claro que yo para esto de las ensaladas soy muy especial. Así que he decicido publicar en este blog la introducción al capítulo de "Ensaladas" de mi libro "Las Cocinas de Carbón". Así mismo os ofrezco la receta de mi "Ensalada Rusa", que he ido elaborando y mejorando con el tiempo, después de muchas ensaladas y muchas críticas por parte de mi familia. 




LAS ENSALADAS


Son por lo general fáciles de preparar y muy apetecibles sobre todo en días de calor.
Elemento principal en estos platos  son los  vegetales, bien sean crudos o bien cocidos. En este último caso las verduras deben de quedar al dente, o sea, no demasiado pasadas. Es el caso de vainas y zanahorias. No así con las patatas, guisantes o legumbres que, sobre todo las primeras, deberán de estar blanditas.
Cuando las verduras son crudas tienen que estar perfectamente lavadas y secas. En el caso de verdura de hoja como lechugas escarolas etc., hay que tener muchísimo cuidado con los bichitos que se puedan haber quedado desde su traslado de la huerta. Para estar seguros, se pone un barreño con agua y unas gotas de lejía y se echan las hojas. Se mantienen cinco minutos y se aclaran al grifo, luego se cortan y por fin se centrifugan. Para ello hay un sencillo artilugio  que se encuentra en cualquier tienda de utensilios del hogar. Se trata de la “centrifugadora de lechuga”, artefacto sumamente práctico que aconsejo tener en la cocina, pues una ensalada soltando agua no solo pierde todo el encanto sino que puede llegar a ser muy desagradable.
A las ensaladas se pueden incorporar multitud de elementos de carne, pescado, marisco, frutos secos o quesos. En este capítulo entra en juego la imaginación y el buen gusto. Pero hay que tener especial cuidado con la textura. Por ejemplo evitar pescados que se puedan deshacer y contaminen todo el conjunto. En una ensalada todos los elementos deben de estar mezclados sin perder su identidad pues es la secuencia de sabores lo que la hace tan atractiva.
Por último los aliños. Tienen que ser justos. Ni escasos ni excesivos. Un buen aliño es la gracia de una ensalada, que debe de servirse completamente preparada y desde luego aliñada. Hago especial hincapié en este punto por lo siguiente. Aunque siempre he mantenido que en cocina no hay nada absoluto, hay cosas ante las que siento especial rechazo. Una, es una ensalada sin escurrir, que va soltando agüilla en el plato. La otra, una ensalada sin aliñar. Esos cuencos abigarrados con trozos enormes de lechuga y tomate cortados sin gracia y con unas vinagreras al lado que te están diciendo que te las arregles como puedas. Y la verdad es que la cosa tiene muy mal arreglo. Primero, los trozos son enormes y cortarlos resulta difícil debido a lo angosto del recipiente. Después hay que distribuir de manera homogénea el aceite el vinagre y la sal, y esto ya es una misión imposible si no se quiere sembrar de trozos de lechuga todo el mantel. Yo desafío a estos intrusos de la restauración, que sirven ensaladas como si de forraje se tratara, a que efectúen la maniobra del aliño de las mismas con una mínima pulcritud. Una ensalada como es debido, por sencilla que sea, debe de servirse completamente preparada. Previamente hay que estudiar la proporción de aceite, vinagre y sal necesaria para que esté sabrosa sin pasarse. Yo les aseguro que se puede hacer. Solo hay que poner atención, ganas y afecto. Si, si, afecto. Nunca me cansaré de repetir que este es el principal ingrediente en la cocina, y esto si que es una verdad absoluta si se quieren obtener unos mínimos resultados.
Pues como iba diciendo antes de irme por las ramas, el aliño de una ensalada es de suma importancia. Pueden ser muy variados dependiendo de los componentes de la propia ensalada, de los hábitos y finalmente de la imaginación y el gusto del que la prepara.
El aliño mas corriente en nuestro entorno está compuesto por aceite, sal y vinagre, este último, siempre utilizado con mucha prudencia pues si se pone en exceso invade el paladar impidiendo percibir otros sabores.
A continuación voy a proponer una serie de ensaladas sencillas, variadas y muy ricas. Algunas son muy conocidas y populares. Otras son menos frecuentes y algunas inventadas, pero todas han sido preparadas con cariño y esmero, sin olvidar que solo tienen la intención de orientar y que cada cual de rienda suelta a su sentido creativo y a sus gustos personales.
Ah! Se me olvidaba. Las ensaladas se deben de servir recién hechas y si sobra algo, pues que le vamos a hacer, pero desaconsejo totalmente gardar los restos en el frigorífico. Nadie se lo querrá comer y al final habrá que tirarlo. Así que lo mejor es calcular la cantidad lo mejor posible. Cosa en la que las amas de casa son verdaderas expertas. 

 






ENSALADA RUSA



Ingredientes para cuatro personas:

Quinientos gramos de patatas.
Doscientos gramos de zanahorias.
Doscientos gramos de atún en aceite
Dos huevos duros..
Cincuenta gramos de cebolleta.
Cincuenta gramos de pepinillos.
Cincuenta gramos de pimientos del piquillo.
Cincuenta gramos de aceitunas sin hueso.
Trescientos gramos de mayonesa.
Tres gotas de tabasco.


Preparación:

Se cuecen las patatas y las zanahorias y se dejan enfriar. A continuación se pelan y se cortan en daditos. Se desmenuza el atún y se pican los huevos, los pepinillos, la cebolleta y los pimientos. Se mezcla todo bien en una fuente honda y se añaden las gotas de tabasco. Se mezcla todo con la mayonesa y se pone a enfriar antes de servir.
Se puede adornar para presentar.

 

Comentarios:

Es la reina de las ensaladas. Un entrante fácil y socorrido a la hora dar de comer al hambriento, es decir a un batallón de gente. Pero cuidado! Si no se prepara con esmero puede resultar una auténtica chapuza. Así que, cono siempre, aplicación y mucho cariño.



Ensalada Rusa