Queridos amigos:

Hoy he ido al bar de una amiga y le he pedido un pintxo de ensaladilla para picar. Estaba muy bién y recién hecha. Pero le fataba ese toque de gracia que marca la diferencia entre lo que se come con agrado y lo que es un placer.
Claro que yo para esto de las ensaladas soy muy especial. Así que he decicido publicar en este blog la introducción al capítulo de "Ensaladas" de mi libro "Las Cocinas de Carbón". Así mismo os ofrezco la receta de mi "Ensalada Rusa", que he ido elaborando y mejorando con el tiempo, después de muchas ensaladas y muchas críticas por parte de mi familia. 




LAS ENSALADAS


Son por lo general fáciles de preparar y muy apetecibles sobre todo en días de calor.
Elemento principal en estos platos  son los  vegetales, bien sean crudos o bien cocidos. En este último caso las verduras deben de quedar al dente, o sea, no demasiado pasadas. Es el caso de vainas y zanahorias. No así con las patatas, guisantes o legumbres que, sobre todo las primeras, deberán de estar blanditas.
Cuando las verduras son crudas tienen que estar perfectamente lavadas y secas. En el caso de verdura de hoja como lechugas escarolas etc., hay que tener muchísimo cuidado con los bichitos que se puedan haber quedado desde su traslado de la huerta. Para estar seguros, se pone un barreño con agua y unas gotas de lejía y se echan las hojas. Se mantienen cinco minutos y se aclaran al grifo, luego se cortan y por fin se centrifugan. Para ello hay un sencillo artilugio  que se encuentra en cualquier tienda de utensilios del hogar. Se trata de la “centrifugadora de lechuga”, artefacto sumamente práctico que aconsejo tener en la cocina, pues una ensalada soltando agua no solo pierde todo el encanto sino que puede llegar a ser muy desagradable.
A las ensaladas se pueden incorporar multitud de elementos de carne, pescado, marisco, frutos secos o quesos. En este capítulo entra en juego la imaginación y el buen gusto. Pero hay que tener especial cuidado con la textura. Por ejemplo evitar pescados que se puedan deshacer y contaminen todo el conjunto. En una ensalada todos los elementos deben de estar mezclados sin perder su identidad pues es la secuencia de sabores lo que la hace tan atractiva.
Por último los aliños. Tienen que ser justos. Ni escasos ni excesivos. Un buen aliño es la gracia de una ensalada, que debe de servirse completamente preparada y desde luego aliñada. Hago especial hincapié en este punto por lo siguiente. Aunque siempre he mantenido que en cocina no hay nada absoluto, hay cosas ante las que siento especial rechazo. Una, es una ensalada sin escurrir, que va soltando agüilla en el plato. La otra, una ensalada sin aliñar. Esos cuencos abigarrados con trozos enormes de lechuga y tomate cortados sin gracia y con unas vinagreras al lado que te están diciendo que te las arregles como puedas. Y la verdad es que la cosa tiene muy mal arreglo. Primero, los trozos son enormes y cortarlos resulta difícil debido a lo angosto del recipiente. Después hay que distribuir de manera homogénea el aceite el vinagre y la sal, y esto ya es una misión imposible si no se quiere sembrar de trozos de lechuga todo el mantel. Yo desafío a estos intrusos de la restauración, que sirven ensaladas como si de forraje se tratara, a que efectúen la maniobra del aliño de las mismas con una mínima pulcritud. Una ensalada como es debido, por sencilla que sea, debe de servirse completamente preparada. Previamente hay que estudiar la proporción de aceite, vinagre y sal necesaria para que esté sabrosa sin pasarse. Yo les aseguro que se puede hacer. Solo hay que poner atención, ganas y afecto. Si, si, afecto. Nunca me cansaré de repetir que este es el principal ingrediente en la cocina, y esto si que es una verdad absoluta si se quieren obtener unos mínimos resultados.
Pues como iba diciendo antes de irme por las ramas, el aliño de una ensalada es de suma importancia. Pueden ser muy variados dependiendo de los componentes de la propia ensalada, de los hábitos y finalmente de la imaginación y el gusto del que la prepara.
El aliño mas corriente en nuestro entorno está compuesto por aceite, sal y vinagre, este último, siempre utilizado con mucha prudencia pues si se pone en exceso invade el paladar impidiendo percibir otros sabores.
A continuación voy a proponer una serie de ensaladas sencillas, variadas y muy ricas. Algunas son muy conocidas y populares. Otras son menos frecuentes y algunas inventadas, pero todas han sido preparadas con cariño y esmero, sin olvidar que solo tienen la intención de orientar y que cada cual de rienda suelta a su sentido creativo y a sus gustos personales.
Ah! Se me olvidaba. Las ensaladas se deben de servir recién hechas y si sobra algo, pues que le vamos a hacer, pero desaconsejo totalmente gardar los restos en el frigorífico. Nadie se lo querrá comer y al final habrá que tirarlo. Así que lo mejor es calcular la cantidad lo mejor posible. Cosa en la que las amas de casa son verdaderas expertas. 

 






ENSALADA RUSA



Ingredientes para cuatro personas:

Quinientos gramos de patatas.
Doscientos gramos de zanahorias.
Doscientos gramos de atún en aceite
Dos huevos duros..
Cincuenta gramos de cebolleta.
Cincuenta gramos de pepinillos.
Cincuenta gramos de pimientos del piquillo.
Cincuenta gramos de aceitunas sin hueso.
Trescientos gramos de mayonesa.
Tres gotas de tabasco.


Preparación:

Se cuecen las patatas y las zanahorias y se dejan enfriar. A continuación se pelan y se cortan en daditos. Se desmenuza el atún y se pican los huevos, los pepinillos, la cebolleta y los pimientos. Se mezcla todo bien en una fuente honda y se añaden las gotas de tabasco. Se mezcla todo con la mayonesa y se pone a enfriar antes de servir.
Se puede adornar para presentar.

 

Comentarios:

Es la reina de las ensaladas. Un entrante fácil y socorrido a la hora dar de comer al hambriento, es decir a un batallón de gente. Pero cuidado! Si no se prepara con esmero puede resultar una auténtica chapuza. Así que, cono siempre, aplicación y mucho cariño.



Ensalada Rusa

Dos entrantes fáciles para la comida de Navidad

Queridos amigos:

Se acercan las fiestas de Navidad. ¡Horror, tengo que preparar comida para ciento y la madre!
Que no cunda el pánico.
Se pueden buscar platos facilones y que gusten a todo el mundo y además que no sean demasiado caros. Que no están los tiempos para despilfarrar. Así que os voy a presentar dos entrantes muy fáciles de preparar.
Uno es el coctel de langostinos y el segundo aguacates rellenos de salmón y caviar. Bueno: quien dice caviar dice huevas de mújol que están riquísimas.
Así que ahí van las dos recetas. Pero antes quiero felicitaros a todos en estas fiestas y desearos un nuevo año muy venturoso.
Un beso a todos

Begoña Igelmo




COCTEL DE MARISCO

 
Ingredientes para seis personas:

Medio kilo de langostinos.
Seis barritas de sucedáneo de cangrejo.
Una fuente de ensalada variada (un paquete).
Una lata pequeña de caviar.
Un bol de salsa mayonesa.
Una cucharada de salsa de tomate.
Una cucharadita de mostaza.
Una cucharadita de salsa de soja.
Tres gotas de tabasco.

 
Preparación:
Se cuecen los langostinos y se pelan dejando solo las colas. Se pican todos menos doce que se reservan.
Se mezcla la mayonesa con la salsa de tomate, la mostaza, la salsa de soja y el tabasco. Se bate hasta conseguir una salsa homogénea.
Se lava bien la ensalada, se escurre y se corta en tiras finas. Se deshacen las barritas de cangrejo, se pican y se mezclan con los langostinos picados.
A continuación se preparan seis recipientes individuales que pueden ser copas de coctel. En el fondo de cada una se pone una cucharada de marisco picado una cucharada de salsa y una capa de verdura. Se repite la operación una o dos veces dependiendo de la anchura del recipiente. Al final se adorna con el caviar y las colas de langostino enteras.
Comentarios:
Es un plato para quedar bien. Rico y barato. Los langostinos pueden ser congelados. Si se pone en verano es aconsejable la mayonesa de bote para evitar disgustos aunque ya se sabe que la que se hace en casa es mucho mejor.


 

 

coctel de marisco

 




AGUACATES RELLENOS DE SALMON Y CAVIAR

Ingredientes para cuatro personas:

Cuatro aguacates.
Doscientos gramos de salmón ahumado.
Treinta gramos de caviar.(Mújol)
Ocho cucharadas de mayonesa.
Ocho gotas de tabasco.


Preparación:

Se pelan los aguacates, se parten por la mitad en sentido transversal y se retira el hueso y se corta un trocito de la base paralelo al corte principal para que se mantenga estable.

Se pica el salmón reservando ocho cuadraditos para adornar. Se mezcla con el caviar, la mayonesa y el tabasco y se rellenan las mitades de aguacate. Se les pone encima una laminita de salmón y el sombrerito que se ha quitado de la base. Se coloca en una fuente y se sirve frío.

 
Comentarios:

El aguacate combina muy bien con el salmón y el caviar. Por cierto se puede sustituir este por huevas de mujol. Es un plato muy adecuado como entrante en verano y muy fácil de preparar.


aguacates rellenos de salmón y huevas

Queridos amigos blogueros:

Me encantan los rolos primavera desde que los probé allá por los años sesenta en el primer restaurante chino de Madrid. Se llamaba "Restaurante China", y su comida era la imagen de la vieja y sabia cocina de aquel país. Yo entonces era muy joven, y aquel restaurante me descubrió un mundo nuevo de sabores deliciosos que mi paladar occidental desconocía.
Después, como un estallido, surgieron restaurantes chinos por doquier, con mayor o menor fortuna, pero ninguno como aquel primero en la calle Valverde de Madrid.
Cuando voy al supermercado, muchas veces veo rollitos primavera y, evocando aquella lejana delicia , los llevo a casa con la consiguiente decepción. Empezando por la col, cortada de cualquier manera y con trozos duros como madera, el producto resultante es soso, deslavazado y apenas se puede comer a base de salsa de soja.
Entonces me dije ¿Por que no intentarlo? No creo poder llegar a la perfección de aquellos del restaurante madrileño, pero al menos intentaré mejorar lo presente. Y me puse manos a la obra. El resultado es el que os ofrezco a continuación.



ROLLOS PRIMAVERA

 
Ingredientes para seis rollos:
 
Doscientos cincuenta gramos de col.
Cien gramos de zanahoria.
Cien gramos de brotes de soja.
Cien gramos de carne picada (cerdo o ternera).
Un pico de cucharilla de jengibre.
Un pico de cucharilla de garam masala.
Seis hojas de pasta filo.
Aceite de oliva.
Sal

 
Preparación:
 
Debe de picarse la col en tiras lo más estrechas posible. Después se pela la zanahoria y se ralla. Los brotes de soja se lavan en un colador y se dejan escurrir.

En una sartén con cuatro cucharadas de aceite se ponen a pochar la col y la zanahoria, sin dejar de dar vueltas a la verdura hasta que esté bien blanda, momento en el que se añaden los brotes de soja y el jengibre manteniendo la mezcla al fuego durante dos minutos más, siempre sin dejar de remover.  Apagar el fuego y reservar.

En otra sartén más pequeña se rehoga la carne con dos cucharadas de aceite. Cuando pierda el color rojo se le añade el garam masala y se incorpora al sofrito de verdura mezclando todo concienzudamente y sazonando con sal.

El producto resultante se divide en seis partes cada una de las cuales se coloca sobre una hoja de pasta filo para hacer un paquete. Es conveniente mojar con un pincelito los bordes de la masa para que al secarse los rollos queden sellados.

Por último se fríen estos en abundante aceite muy caliente sacándolos, cuando estén dorados, sobre papel de cocina para que absorba la grasa sobrante.


Comentarios:

Este plato es para aquellas personas a las que les gustan los rollos primavera pero no les convencen los que se venden por la evidente falta de cuidado y primor en su preparación. Siguiendo esta receta se consigue un resultado muy agradable tanto en sabor como en textura.


Rollos Primavera

Queridos amigos blogueros:

Últimamente os he tenido abandonados.  Y es que me he enganchado a todos los programas de master chef, top chef y todos los chef que se han puesto de moda en televisión. La verdad es que enganchan, aunque yo no llego a tanto ni de lejos, siempre nos quedará la cocina de toda la vida.

Pero vayamos al grano. Se acercan las navidades y hay que ponerse las pilas. Ya se que estamos en crisis y todo eso, pero hay platos riquísimos en la cocina tradicional que no son demasiado caros y, aunque resulten un poco trabajosos, merece la pena molestarse un poco en estos días. Por eso he pensado en un txangurro al horno. Ya veréis. Resulta exquisito y tampoco es tan difícil.

Un beso a todos de

Begoña






 
TXANGURRO AL HORNO


 Ingredientes para seis personas:

Seis txangurros medianos.
Dos puerros.
Una cebolla.
Dos tomates.
Tres huevos.
Una copa de brandy.
Dos pimientitas de cayena.
Pan rallado.
Aceite de oliva y sal.

 


Preparación:


A los txangurros, se les echa vinagre por la boca hasta que queden anestesiados. Después se pone una olla con agua abundante y sal a fuego fuere y cuando rompa a hervir se meten los txangurros, y se espera hasta que el agua vuelva a borbotear, entonces se cuentan de quince a veinte minutos, dependiendo del tamaño de los cangrejos. Se sacan y se dejan enfriar. Se les quitan las patas y se abren con cuidado de no romper el caparazón. Después, se saca toda la carne, retirando solo las branquias. Las patas también se pelan y su carne se une al resto. Finalmente se pica minuciosamente. Por otro lado, se limpian las verduras, se pelan y se trocean muy menudo. En una sartén se ponen cuatro cucharadas de aceite de oliva, y se pone a calentar a fuego moderado. Se van añadiendo las verduras por orden. Primero la cebolla, en seguida el puerro, y cuando estén bien pochados, el tomate. Se rehoga todo suavemente durante tres minutos y se le añade la carne de los txanguros y se mezcla todo bien. Por último se añade el brandy y se deja cocer todo durante cinco minutos, hasta que desaparezca el olor a alcohol. Se retira del fuego y se añaden los huevos muy bien batidos. Se prueba de sal y se corrige se es necesario. Con la mezcla resultante, se rellenan los caparazones, se les pone el pan rallado por encima, y se meten al horno a ciento ochenta grados entre siete y doce minutos según el tamaño. El huevo debe de estar cuajado sin que la mezcla resulte seca. Se sirve muy caliente.



Comentarios:


Este es un plato típico del País Vasco muy apreciado. Su intenso sabor a marisco y su cuidada elaboración, dan lugar a un resultado exquisito. Es cierto que su preparación es trabajosa, pero si se dispone de tiempo, merece la pena. Ah, y se come con cucharilla.

 
Txangurro al horno